Acerca de Ureterolitotomía Endoscópica
Esta información tiene como único fin servir de descripción general y no debe considerarse como consejo médico por parte de Health-Tourism.com. Cualquier decisión sobre los tratamientos médicos, asistencia o recuperación se debe hacer únicamente tras una consulta adecuada y el asesoramiento de un médico cualificado.
La ureterolitotomía endoscópica
La ureterolitotomía endoscópica es un procedimiento quirúrgico que se realiza a través de un endoscopio que se inserta a través de la uretra. Puede ser abierto o laparoscópico. La endoscopia es un procedimiento no quirúrgico que utiliza un endoscopio para examinar el interior del cuerpo del paciente. Un endoscopio es un instrumento con una pequeña cámara adherida a un tubo largo y delgado. La ureterolitotomía es el nombre que recibe la cirugía utilizada para extraer una piedra del uréter.
Indicaciones
La ureterolitotomía endoscópica se recomienda generalmente cuando el tratamiento más conservador a base de medicamentos resulta insuficiente para atajar la litiasis ureteral. La cirugía se considera la mejor opción en los casos en los que se produce daño renal, un dolor no tratable por otros medios o una obstrucción o infección grave. Por otro lado, la cirugía también se recomienda cuando la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC) falla. La litiasis uretral es la formación de piedras (cálculos urinarios) en cualquier parte del sistema urinario. Cuando los pequeños cristales, a menudo hechos de calcio, forman masas más grandes se les da el nombre de cálculos.
Los signos y síntomas que indican que se necesita del procedimiento incluyen:
- Dolor abdominal en el área de la ingle.
- Sangre en la orina.
- Infección del tracto urinario.
- Obstrucción de las vías urinarias.
- Aumento de la frecuencia de micción
- Goteo de orina
Procedimiento quirúrgico
Si el cálculo es demasiado grande se fragmenta por ultrasonido o con la ayuda de un láser antes de la cirugía. La ureterolitotomía endoscópica la lleva a cabo un médico que se sirve de un endoscopio de pequeño calibre. Se deben hacer unas pequeñas incisiones en el abdomen del afectado. El médico mueve el endoscopio a través de la uretra con el fin de identificar el uréter y extraer los cálculos a través de las incisiones previamente realizadas. Después, estas se cierran con puntos de sutura. La intervención se lleva a cabo bajo anestesia general por vía intravenosa o aspirada. En ocasiones se puede recurrir también a un catéter que ayuda a drenar los líquidos de la zona mientras esta completa el proceso de curación. Por otra parte, las incisiones se pueden cubrir con vendajes.
Cuándo llamar a un médico:- Urgencia o incapacidad para orinar
- Dolor en el pecho
- Dolor incontrolable
- Secreción de pus en el lugar en el que se realizaron las incisiones
- Fiebre y escalofríos
- Náuseas y vómitos incontrolables
- Hinchazón en el lugar en el que se realizaron las incisiones
Recuperación : Este procedimiento es mínimamente invasivo y tiene una pronta recuperación posoperatoria. Tras 24 horas de reposo se puede realizar ejercicio físico sin ningún problema. Que el intestino recupere sus funcionamiento normal puede llevar hasta 3 días, por lo que en ocasiones es recomendable utilizar un enema. En ocasiones se debe dejar el catéter en el tracto urinario hasta que el flujo urinario recupere niveles óptimos.
Riesgos : Los riesgos de la cirugía incluyen: efectos secundarios de la anestesia, sangrado excesivo, infecciones, un desgarre en la pared intestinal, coágulos de sangre, imposibilidad de retirar las piedras, hernia, derrame cerebral o ataque al corazón, problemas de riñón debido al exceso de estrechamiento del uréter, exceso de cicatrización de la incisión, problemas con los movimientos intestinales, la muerte.
Cuidado después del procedimiento : El paciente puede verse en la obligación de tomar anticoagulantes para prevenir coágulos de sangre. Los analgésicos también se administran sin reparo en caso de ser necesarios. En caso de que se produzca una infección, el paciente debe tomar antibióticos. Obviamente, los antibióticos se dan siempre en función de las pruebas de sensibilidad realizadas. En los siguientes dos días posteriores a la operación el paciente debe estar bien hidratado y es posible que se le deban suministrar líquidos por vía intravenosa.
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